John Maler Collier nació en Londres el 27 de enero de 1850, segundo hijo de Robert Porrett Collier, quien más tarde sería el primer barón Monkswell, y de Isabella Rose Collier. Creció en un entorno acomodado, en una familia dedicada a la vida pública y a las leyes, lo que le permitió acceder a una educación privilegiada y a un ambiente en el que se valoraban la cultura y las artes.
Estudió en Eton y pronto orientó su formación hacia la pintura. Se inscribió en la Slade School of Art de Londres, donde fue alumno de Edward Poynter, y después continuó sus estudios en París con Jean-Paul Laurens. En 1875 se trasladó a Múnich para ampliar su formación en la Akademie der Bildenden Künste. Este recorrido educativo le proporcionó una base sólida en las corrientes académicas europeas de su tiempo.
Su primera participación en las exposiciones de la Royal Academy se produjo en 1874, y desde entonces su nombre apareció con regularidad en los catálogos de la institución. En 1882 presentó un retrato de Charles Darwin que le dio notoriedad. La constancia de su presencia en las principales salas de exhibición de Londres lo convirtió en un retratista conocido y solicitado.
En 1879 se casó con Marian Huxley, hija del científico Thomas Henry Huxley y también pintora formada en la Slade. La pareja se instaló en Tite Street, Chelsea, en una casa con estudio especialmente diseñada para su trabajo. En 1884 nació su hija Joyce. Poco después Marian sufrió una grave crisis de salud mental y fue enviada a Francia para su tratamiento, donde enfermó de los pulmones y murió en noviembre de 1887. La muerte de su esposa marcó un periodo de duelo en la vida de Collier.
Dos años después, en 1889, contrajo matrimonio con Ethel Huxley, hermana menor de Marian. La boda tuvo lugar en Noruega, ya que en Inglaterra aún estaba prohibido el matrimonio con la hermana de una esposa fallecida. De esta unión nacieron dos hijos: Laurence, que más tarde sería embajador británico en Noruega, y Joan. La familia mantuvo un estrecho vínculo con el influyente círculo de los Huxley, muy activo en la vida intelectual británica.
A lo largo de las décadas finales del siglo XIX y las primeras del XX, Collier continuó presentando obras en la Royal Academy de forma ininterrumpida. En 1891 participó en la fundación de la Society of Portrait Painters, que buscaba dar mayor proyección al retrato en la escena artística británica. Además fue miembro de otras asociaciones de pintores y contribuyó activamente al medio artístico de su tiempo.
Compaginó su labor como retratista con la escritura de libros sobre técnica y práctica artística. Publicó "A Manual of Oil Painting" en la década de 1880, "The Art of Portrait Painting" en 1905 y más tarde "The Religion of an Artist" en 1926. En estas obras compartió su experiencia y sus reflexiones sobre el oficio, interesándose por la enseñanza y la divulgación de métodos de trabajo.
Su prestigio fue reconocido con distinciones oficiales, entre ellas la Orden del Imperio Británico, y fue admitido en diversas instituciones dedicadas a la pintura al óleo y al retrato. Su reputación se mantuvo estable durante años y fue considerado uno de los retratistas de referencia de su época.
Collier continuó trabajando durante las últimas décadas de su vida y solo redujo su actividad cuando su salud se lo exigió. Pasó sus últimos años en Hampstead y murió en Londres el 11 de abril de 1934.
Su hija Joyce se dedicó a la miniatura, su hijo Laurence desarrolló una importante carrera diplomática y Joan permaneció vinculada a la vida social de su tiempo. La familia vivió primero en Chelsea y luego en Hampstead, reflejando la posición alcanzada por Collier tras una vida de trabajo y reconocimiento en el mundo artístico.