La palabra latina ¡ncunabula significa «cuna» o «pañales». Por su connotación de nacimiento y comienzo, los escritores del siglo XVII la adoptaron para designar los libros impresos desde que Gütenberg inventó la tipografía, hasta el final del siglo XV (La fecha es totalmente arbitraria; aquí detallamos la continuación lógica del diseño y la tipografía a comienzos del siglo XVI.) La imprenta se difundió con rapidez. En 1480, había imprentas en veintitrés ciudades del norte de Europa, treinta y una italianas, siete francesas, seis españolas y portuguesas y una inglesa. En el 1500 se imprimía en más de ciento cuarenta ciudades. Se calcula que se hicieron más de treinta y cinco mil ediciones para un total de nueve millones de libros. En 1450, los monasterios y bibliotecas europeos albergaban apenas cincuenta mil volúmenes. También se imprimieron una gran variedad de materiales diversos, como tratados religiosos breves, panfletos y pliegos, que se distribuían gratuitamente o se vendían. Con el tiempo, estos pliegos sueltos impresos por una sola cara se convirtieron en carteles, anuncios y periódicos impresos. Cuatro años después de la llegada de la imprenta a Venecia, un escriba consternado se quejaba de que la ciudad estaba «llena de libros». El auge repentino de este nuevo oficio provocó superproducción y la proliferación de empresas. De las más de cien imprentas que operaban en Venecia antes de 1490, sólo diez sobrevivieron hasta el final del siglo.
Algunos sectores opusieron resistencia a la imprenta. Los escribas genoveses hicieron causa común y exigieron al ayuntamiento que prohibiera la imprenta en la ciudad, con el argumento de que los impresores codiciosos ponían en peligro su medio de vida, pero el ayuntamiento no apoyó la petición y al cabo de dos años Génova se había sumado a la lista de ciudades con impresores, que crecía rápidamente. Los iluminadores parisienses presentaron demandas en los tribunales en un vano intento por obtener una compensación de los impresores que les hacían competencia desleal, y provocaban la disminución de la demanda de libros manuscritos. Algunos bibliófilos sostenían que la tipografía era inferior a la caligrafía, y no era digna de estar en sus bibliotecas. En 1492, un cardenal que llegó a ser Papa con el nombre de Julio II, ordenó a los escribas que copiaran a mano un libro tipográfico para Su biblioteca. Sin embargo la impresión tipográfica rebajó el precio del libro a una fracción de su precio nterior, con lo cual la grave escasez de libros, y de los conocimientos que contenían, se convirtió en abundancia. No se pudo detener la marea del progreso, y la producción de manuscritos fue decayendo.
El filósofo Alfred G. Whitehead, comentó en una ocasión que los grands avances de la civilización, son procesos que prácticamente arruinan la sociedad en la que se producen. La tipografía es el gran avance de las comunicaciones entre la invención de la escritura, y las comunicaciones electrónicas del siglo XX, y desempeñó un papel fundamental en los trastornos sociales, económicos y religiosos que se produjeron durante los siglos XV y XVI. La nación moderna se desarrolló como consecuencia del vigoroso espíritu del nacionalismo que recorrió Europa y condujo a la guerra de independencia estadounidense, y la revolución francesa de finales del siglo XVIII.
El analfabetismo comenzó un descenso lento pero constante. El alfabetismo tenía un valor limitado para el campesino medieval, que tenía pocas esperanzas de acceder a los libros, pero al bajar su precio, los comienzos de escritos tan populares como las novelas románticas, y la proliferación de los omnipresentes pliegos sueltos, convirtieron la lectura en algo deseable y cada vez más necesario para los ciudadanos del Renacimiento. El aula medieval había sido una especie de scriptorium, en el que cada alumno escribía a mano su propio libro. La tipografía supuso un cambio radical en la educación. El aprendizaje se convirtió cada vez más en un proceso individual, más que comunitario. El diálogo humano, ampliado gracias a la tipografía, comenzó a tener una escala mundial. El invento de Gutenberg fue la primera mecanización de una artesanía cualificada, y como tal, puso en marcah, en los tres siglos siguientes, los procesos que desembocarían en la revolución industrial.
Los innovadores del Renacimiento modificaron la percepción de la información, mediante la creación de dos sistemas visuales. La pintura evocaba el mundo natural sobre superficies planas, por medio de recursos como una única fuente de luz, y el modelado con luces y sombras, el punto de vista fijo, la perspectiva lineal, y la perspectiva atmosférica. La tipografía creó un ordenamiento secuencial y repetible, de la información y el espacio.
Al finalizar el período de los incunables, se habían establecido imprentas en toda Europa, aunque pocos impresores de aquella época contribuyeron a la evolución del diseño gráfico. La mayoríase conformó con imprimir copias de manuscritos o de ediciones impresas anteriores. Aunque la imprenta sustituyó a los copistas en la producción de texto continuo, se mantuvo la misma división del trabajo que había en el scriptorium. La impresión multicolor se usó en el Salterio en latín de Fust y Schóffer, pero la rubricación decoración y la iluminación de los primeros incunables se hacían siempre a mano. Es posible que , por las dificultades que entrañaba la impresión multicolor fuera más cara o que los rubricadores y los iluminadores generaran tanta presión política que se les permitió continuar con su oficio en los libros tipográficos.
La innovación del diseño tuvo lugar en Alemania, donde los xilógrafos y los impresores tipográficos se combinaron para desarrollar el libro ¡lustrado y el pliego. En Italia, los estilos de letra y el diseño de formato heredados de los manuscritos iluminados cedieron paso a un método de diseño único para el libro tipográfico. Los primeros impresores siguieron la costumbre de los manuscritos de poner el título y el autor en lo alto de la primera página, con el mismo cuerpo y estilo tipográfico que el texto. Se dejaba un pequeño espacio y a continuación el libro comenzaba con el Incipit («aquí comienza»). Al principio del período de los incunables se pegaba un ex libris (abajo) en la portada del libro para identificar a su propietario. A medida que la impresión se difundió desde Maguncia, lo mismo ocurrió con el uso del pie de imprenta como identificador visual.
A menudo se recurría a escribas y artistas para que hicieran muestras o modelos para libros ilustrados y pliegos sueltos. Se han encontrado libros manuscritos con comentarios editoriales, notasal margen para indicar dónde acababan las páginas compuestas, huellas de dedos manchados de tinta, y bocetos para bloques de madera; esto demuestra que se usaban como modelos y manuscritos para los libros impresos. En uno de estos manuscritos se ha suprimido el colofón del escriba, que, en el libro impreso, ha sido sustituido por una versión hecha con tipos.