En un principio, el término "orejeta”, kern en inglés, describía la porción de una letra que se extendía más allá del ancho del lingote de plomo. Tal como muestra el ejemplo de abajo, esta adaptación era necesaria en las letras que tenían brazos en ángulo descendente, a fin de que el espacio entre las letras, dentro de una palabra, fuese ópticamente coherente. Hoy en día la palabra kerning describe el ajuste automático del espacio entre pares de letras, tal como prescribe una tabla para los diferentes grupos concretos de letras que está incrustada en la fuente digital.
Dado que el kerning elimina espacio entre grupos de dos o tres letras concretas, con frecuencia es erróneamente denominado interletrado o espaciado entre letras. De hecho, espaciado entre letras significa añadir espacio entre letras, y no eliminarlo. Para nuestros objetivos, el término tracking (anchos de caracteres), que se utiliza en la mayoría de los programas de ordenador que incorporan la composición tipográfica, es óptimo para describir la adición o la eliminación de espacio entre letras. No hay que olvidar que incluso la mejor tabla de kerning necesita, a veces, pequeños ajustes, sobre todo en el caso de que se utilicen cuerpos de letra grandes.
Al componer textos, es esencial ajustar el tracking para mantener una lectura fluida. Aquí se puede ver cómo un texto con un espaciado abierto prácticamente se desintegra en la página, mientras que en un texto con el tracking apretado se sacrifica la legibilidad para convertir las líneas de texto casi en una serie de franjas oscuras.
Los diseñadores a menudo aumentan el espaciado de las letras de caja alta, pero entre la comunidad tipográfica siempre ha existido una fuerte resistencia a aumentar el espaciado a las letras de caja baja dentro de un texto. Si observas los ejemplos de abajo, verás claro por qué. Las letras mayúsculas están diseñadas de forma que no pierden integridad cuando aparecen aisladas, individualmente, (ten en cuenta sus orígenes epigráficos). Sin embargo, para mantener la integridad como una línea de texto, las formas de caja baja dependen del espacio de las contraformas que se crean entre las letras (ten en cuenta sus orígenes caligráficos). Aun así, cuando se componen en palabras sueltas, sin formar parte de un texto, las letras de caja baja permiten cierto juego con el tracking. Pero llega un punto en el que se sacrifica la legibilidad en pro de lograr un efecto determinado y se llega a perder el significado.