En general, la creación de la viñeta empieza con la selección de los elementos necesarios para la narración, la elección de una perspectiva desde donde pueda verlos el lector, y la determinación de la parte de cada símbolo o elemento que aparecerá en la viñeta. así, en la realización de cada viñeta, no sólo se tiene en cuenta el dibujo y la composición, sino también su coherencia narrativa. Gran parte de esto se lleva a cabo gracias a la percepción o poder intuitivo encarnados en el "estilo" del dibujante. Sin embargo, la comprensión de la capacidad visual del lector es una cuestión intelectual. Ejemplo sencillo de ello son las tres viñetas que figuran a continuación:
Cuando se muestra la figura entera (A), no se requiere del lector sofisticación alguna. La imagen está completa e intacta. En la viñeta (B), se espera del lector que entienda que la figura mostrada tiene unas piernas proporcionadas al torso y que se encuentran en una posición compatible. En el primer plano (C), el lector debe imaginar que el cuerpo entero existe fuera de la viñeta y,basándose en la experiencia y en la memoria, suministrar el resto de la viñeta de conformidad con lo que sugiere la fisiología de la cabeza.
En una serie de viñetas en las que sólo figuran cabezas, tiene lugar un "diálogo visual" entre el lector y el dibujante que exige del primero ciertas suposiciones, propias de una experiencia común.
Claro está que posteriores encuadres de los personajes justificarán tales suposiciones. La ilustración C, empero, sirve para demostrar que puede darse una mala interpretación de la intención del dibujante, a menos que éste realice un dibujo más completo o bien introduzca una viñeta anterior para aclarar lo que el lector está mirando.