"Son las tres de la madrugada. En Vicente López, Provincia de Buenos Aires, trabaja Germán, un guionista de historietas. La silla vacía frente a él cruje, como si alguien se sentara. Lentamente, un hombre va materializándose, ante el estupor de Germán. Corre el año 1957. Dice ser El Eternauta, según lo llamó un filósofo de fines del siglo XXI para explicar su condición de viajero del tiempo. Comienza a contarle a Germán su historia: la invasión extraterrestre, la muerte, la resistencia, sucesos que ocurrirían dentro de poco tiempo. Es el futuro, es la historia de El Eternauta..."
El Eternauta es una historieta argentina seriada de ciencia ficción creada por el guionista Héctor Germán Oesterheld y el dibujante Francisco Solano López. Publicada en Hora Cero Semanal desde 1957 hasta 1959, tuvo cantidad de secuelas y reediciones.
La trama se centra en una invasión alienígena a la Tierra mediante una tormenta de nieve tóxica que acaba con la mayor parte de la población, y la resistencia de supervivientes en Buenos Aires. Su protagonista es Juan Salvo, el Eternauta, quien en un ejercicio de metaficción narra lo sucedido ante Oesterheld.
La historieta es considerada entre las más importantes del país y de Latinoamérica. Su edición 2015 de Fantagraphics Books para Estados Unidos obtuvo tres nominaciones a los Premios Eisner y ganó en la categoría Mejor colección o proyecto de archivo de tiras de prensa
Tras el éxito de ventas de las revistas mensuales Frontera y Hora Cero de Editorial Frontera, de Héctor Germán Oesterheld, deciden publicar una nueva revista semanal: Hora Cero Suplemento Semanal.
El 4 de septiembre de 1957 aparece el primer número, que presentaba en sus páginas a El Eternauta, una historieta de ciencia ficción escrita por Héctor Oesterheld y dibujada por Francisco Solano López.
Oesterheld mantenía un buen diálogo con sus dibujantes, dando a cada uno temas en los que se sintieran cómodos. El eternauta surge del interés de Solano López por hacer ciencia ficción (ya habían hecho juntos Rolo, el marciano adoptivo), y de trabajarla en una historia con un tono más realista.
El Eternauta se publicó hasta el número 106, de 1959. Se presentaba en tres páginas semanales, a tres tiras por página, por lo que su lectura era muy diferente a la experimentada por generaciones posteriores, que accedieron a la historia en las compilaciones en libro. En cada entrega la historia era dosificada para arribar al último cuadro creando suspenso, dejando al lector a la espera del próximo número. Rápidamente se convierte en un éxito de público.
A la calidad e innovación de la historia hay que sumarle, como uno de los factores del éxito de El Eternauta, la decisión de Oesterheld de situar la acción en Argentina. Distintos lugares reconocibles por el lector se van sucediendo: las calles de Vicente López donde la historia de Juan se inicia, el combate de la General Paz, el estadio de River Plate, Plaza Italia, la estación de subterráneo, Congreso.
Oesterheld hace accesible el imaginario de la ciencia ficción, un género que el público acostumbraba a ver en producciones extranjeras; hace posible su ubicación en el ámbito local, factible que sucedan esas historias que siempre se daban en otros lugares. Y lo hace en un tono realista, no en las formas paródicas o aventureras habituales.
Pero parece haber también un clima local en la historia, que excede a su ubicación geográfica, algo que la aleja de la épica heroica de las expresiones populares del género. La delineación de los personajes, la idea de Oesterheld del héroe grupal, la forma de enfrentar la adversidad, su derrotero frente a una realidad avasallante, entre otros ingredientes, que hicieron que los lectores se identificaran y apropiaran de la historia.
El Eternauta ha perdurado, vigente, generación tras generación, para convertirse en el clásico de la historieta argentina.
En el año 2000 el diario Clarín incluyó El Eternauta en su colección La Biblioteca Argentina / Serie Clásicos. Con el Nº 24 figuraba junto a obras como Martín Fierro y autores como Borges, Sábato o Cortázar. De esta manera, la obra de Oesterheld y Solano López en particular, y la historieta en general, reciben un importante reconocimiento al ser ubicadas junto a lo más importante de la literatura argentina.
La gran repercusión en el público motivó a Oesterheld para idear una segunda parte. El proyecto no pudo concretarse por la emigración de Solano López a Inglaterra y la quiebra de Editorial Frontera. Por las deudas de la editorial, Oesterheld se vio obligado a vender sus publicaciones y títulos de sus historietas a la Editorial Emilio Ramírez.
En el número 6 cambia el concepto, y Oesterheld retoma el hilo de la historieta. Comienza a contar lo que sucedió luego del final, después que Salvo es transportado al continum, y consigue volver al tiempo de la invasión.
Oesterheld desarrolla la narración en forma novelada, y en ella se nota su origen guionístico, con secuencias plagadas de acción y un ritmo sostenido. La historia se continúa hasta el número 15, en que cierra la revista, quedando inconclusa. Fue publicada en libro, junto a otros relatos del autor, por Ediciones Colihue en 1995.
El 29 de mayo de 1969 comenzó a publicarse una segunda versión, esta vez con arte de Alberto Breccia, en la revista de actualidad Gente. A tres páginas por semana, la idea era que se extendiera por aproximadamente un año.
Oesterheld revisó la historia, manteniendo la estructura argumental pero introduciendo cambios que tenían que ver con la evolución de su pensamiento. La historieta se hace más violenta, y se acerca a la ideología de izquierda, explicitando el conflicto de América Latina con las potencias económicas. En esta versión la invasión ya no es global, sino que las grandes potencias negocian con los invasores la entrega de Sudamérica para salvarse.
En aquel año Argentina estaba gobernada por una dictadura militar, y el guión entraba en conflicto con la tendencia conservadora del semanario. Pero la excusa fue Breccia, la experimentación formal de los dibujos no conformaba a la editorial, que esperaba algo más comercial, según una particular interpretación del gusto de los lectores; algunas cartas de lectores (supuestamente) apoyaban el argumento.
Ante la negativa de Breccia a modificar su gráfica, Gente decide levantar la historieta, pero Oesterheld ofrece abreviar el guión para no dejar la historia abortada. En pocos números más concluye El Eternauta, quedando esta segunda versión en un resumen de lo que fuera la primera.
Esta versión fue un éxito en España e Italia a comienzos de los '70, abriéndole la puerta a la de Solano López. Cuenta Alberto Breccia: "En Italia tuvo un enorme éxito y me abrió las puertas de Europa. Fue la primera historieta latinoamericana que se publicó en Linus. La consideraron una obra maestra".
En 1975 Ediciones Record recopila El Eternauta en un solo libro, y al año siguiente comienza a publicarla en fascículos, con una importante respuesta de público.
Enseguida llega la propuesta de la editorial para hacer una continuación. En diciembre se inicia El Eternauta II, en el Libro de Oro de Skorpio nº 2, volviendo a trabajar los autores de la primera, Oesterheld y Solano López.
La historia comienza donde había terminado la primera parte, pero pronto pega un giro, dando un salto temporal que sitúa la acción en el siglo XXIII, a donde los personajes son transportados. Es una tierra arrasada, lo que alguna vez fuera Buenos Aires, donde los hombres sobreviven en estado primitivo, casi esclavizados por los invasores.
Juan Salvo ya no es el mismo, tiene poderes especiales: presiente la presencia de enemigos y entiende los mecanismos de artefactos con solo mirarlos; es una especie de mutante, un iluminado a quien seguirá el pueblo de las cavernas. Los pobladores, descendientes de los sobrevivientes de la invasión, están sometidos, pagan tributo a los invasores. El Eternauta les dará coraje, haciéndoles ver que son capaces de enfrentar al enemigo, los organizará y guiará en el combate.
Pero hay otro cambio en Juan, en su manera de relacionarse con sus compañeros. El temor, la solidaridad, la dependencia mutua, presentes en la primera parte, no aparecen aquí en la misma medida. Está dispuesto a sacrificar la vida de sus compañeros para conseguir la victoria.
El Eternauta siguió publicándose, y vendiéndose muy bien, luego de la desaparición de Oesterheld. Se entabló un litigio entre los herederos de Oesterheld, su esposa y sus nietos, y Solano López, por un lado, y Alfredo Scutti, de Ediciones Record por otro, quien publicaba las reediciones de la obra. La sentencia favoreció a los herederos, por incumplimiento de contrato.
Actualmente circulan ediciones pirata de El Eternauta.