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– Teoría del diseño gráfico –
Esencia y elementos del diseño:
La estructura

Casi todos los diseños tienen una estructura. La estructura debe gobernar la posición de las formas en un diseño. ¿Por qué un grupo de módulos aparece dispuesto en fila, equidistantes uno del otro? ¿Por qué otro grupo de módulos sugiere un dibujo circular? La estructura es la disciplina que subyace bajo tales disposiciones.

La estructura, por regla general, impone un or­den y predetermina las relaciones internas de las formas en un diseño. Podemos haber creado un di­seño sin haber pensado conscientemente en la es­tructura, pero la estructura está siempre presente cuando hay una organización.

La estructura puede ser formal, semiformal o informal. Puede ser activa o inactiva. También puede ser visible o invisible.



La estructura formal

Una estructura formal se compone de líneas estructurales que aparecen construidas de manera rígida, matemática. Las líneas estructurales habrán de guiar la formación completa del diseño. El es­pacio queda dividido en una cantidad de subdivisiones, igual o rítmicamente, y las formas quedan organizadas con una fuerte sensación de regulari­dad.



Estructura semiformal

Una estructura semiformal es habitualmente bas­tante regular, pero existe la ligera irregularidad. Puede componerse o no de líneas estructurales que determinan la disposición de los módulos. Las.



Estructura informal

Una estructura informal no tiene normalmente lí­neas estructurales. La organización es general­mente libre o indefinida.



Estructura inactiva

Todos los tipos de estructura pueden ser activos o inactivos.
Una estructura inactiva se compone de líneas estructurales que son puramente conceptuales. Tales líneas estructurales son construidas en un di­seño para guiar la ubicación de formas o de mó­dulos, pero nunca interfieren con sus figuras ni di­viden el espacio en zonas distintas, donde puedan ser introducidas las variaciones de color (fig. 19a)




Estructura activa

Una estructura activa se compone de líneas es­tructurales que son asimismo conceptuales. Sin embargo, las líneas estructurales activas pueden dividir el espacio en subdivisiones individuales, que interactúan de varias maneras con los módulos que contienen:
a) Las subdivisiones estructurales aportan una completa independencia espacial para los mó­dulos. Cada módulo existe aislado, como si tuviera su propia y pequeña referencia a un marco. Puede tener un fondo de color diferente al de sus módulos vecinos. Se pueden introducir eficazmente juegos alternados, sistemáticos o azarosos de formas po­sitivas y negativas (fig. 19b).
b) Dentro de la subdivisión estructural, cada módulo puede ser trasladado para asumir posicio­nes excéntricas. Puede incluso deslizarse más allá de la zona definida por la subdivisión estructural. Cuando esto ocurre, puede cortarse la porción del módulo que quede fuera de los límites, tal como estos quedan claramente marcados por las líneas es­tructurales activas. De esta manera queda afectada la figura del módulo (fig. 19c).
c) Cuando el módulo penetra en el dominio de una subdivisión estructural adyacente, puede con­siderarse esta situación como el encuentro de dos formas (el módulo y su adyacente subdivisión es­tructural) y puede procederse como se desee a la penetración, la unión, la sustracción o la intersec­ción (fig. 19d).
d) El espacio aislado por un módulo en una subdivisión estructural puede ser reunido con cual­quier módulo o subdivisión estructural vecina (fig. 19e).



Estructura invisible

En la mayoría de los casos, las estructuras son in­visibles, sean formales, semiformales, informales, activas o inactivas. En las estructuras invisibles, las líneas estructurales son conceptuales, incluso si cercenan un fragmento de un módulo. Tales líneas son activas, pero no son líneas visibles, de un gro­sor mensurable.



Estructura visible

A veces un diseñador puede preferir una estructura visible. Esto significa que las líneas estructurales existen como líneas reales y visibles, de un grosor deseado. Tales líneas deben ser tratadas como una clase especial de módulo, ya que poseen todos los elementos visibles y pueden interactuar con los módulos y con el espacio contenido por cada una de las subdivisiones estructurales (fig. 20a)



Las líneas estructurales visibles pueden ser positivas o negativas. Si son negativas, quedan unidas con el espacio negativo o con módulos ne­gativos, y pueden atravesar un espacio positivo o módulos positivos. Las líneas estructurales negativas son consideradas como visibles, ya que tie­nen un grosor definido que puede ser visto y me­dido (fig. 20b)

Las líneas estructurales visibles positivas y ne­gativas pueden ser combinadas en un diseño. Por ejemplo, todas las líneas estructurales horizontales pueden ser positivas, y todas las verticales pueden ser negativas (fig. 20c)

Las líneas estructurales visibles e invisibles pueden ser utilizadas conjuntamente. Esto supone que podemos hacer visibles solamente las verti­cales o las horizontales. O pueden usarse alternada o sistemáticamente las líneas estructurales visibles e invisibles, para que las líneas estructurales visi­bles señalen las divisiones, cada una de las cuales contiene en realidad más de una subdivisión es­tructural regular (fig. 20d)



Estructura de repetición

Cuando los módulos son colocados regularmente, con un espacio igual alrededor de cada uno, puede decirse que están en una «estructura de repeti­ción».

Esta estructura de repetición es formal, y puede ser activa o inactiva, visible o invisible. En este tipo de estructura, toda la superficie del diseño (o una parte elegida en ella) queda dividida en sub­divisiones estructurales de exactamente la misma forma y mismo tamaño, sin intervalos espaciales desparejos entre ellos.

La estructura de repetición es la más simple de todas las estructuras. Es particularmente útil para la construcción de dibujos que cubran superficies grandes.



La retícula básica

La retícula básica es la que se usa con más fre­cuencia en las estructuras de repetición. Se com­pone de líneas verticales y horizontales, pareja­mente espaciadas, que se cruzan entre sí, lo que resulta en una cantidad de subdivisiones cuadra­das de igual medida (fig. 21).


La retícula básica aporta a cada módulo una misma cantidad de espacio, arriba, abajo, a la iz­quierda y a la derecha. Excepto por la dirección ge­nerada por los mismos módulos, las direcciones verticales y horizontales quedan equilibradas, sin un dominio obvio de una dirección sobre la otra.



Variaciones de la retícula básica

Existen muchos otros tipos de estructuras de re­petición, habitualmente derivadas de la retícula bá­sica. Tales variaciones de la retícula básica pueden ser:
a) Cambio de proporción. Las subdivisiones cuadradas de la retícula básica pueden ser susti­tuidas por rectangulares. El equilibrio de las direcciones verticales y horizontales queda así transformado, y una dirección consigue un mayor énfasis (fig. 22a).


b) Cambio de dirección. Todas las líneas verticales u horizontales, o ambas, pueden ser incli­nadas hasta cualquier ángulo. Tal modificación sobre la inicial estabilidad vertical-horizontal puede provocar una sensación de movimiento (fig. 22b).
c) Deslizamiento. Cada fila de subdivisiones estructurales puede ser deslizada en una u otra dirección, regular o irregularmente. En este caso, una subdivisión puede no estar directamente encima o contigua a otra subdivisión en una fila adyacente (fig.22c).
d) Curvatura o quebrantamiento. Todo el contexto de líneas verticales u horizontales, o ambas, puede ser curvado o quebrado en forma regular, lo que deriva a subdivisiones estructurales que continúan siendo de la misma forma y el mismo ta­maño (fig. 22d).
e) Reflexión. Una fila de subdivisiones estructurales, como en los casos b) y d) (y supuesto que los bordes exteriores de cada fila sean aún rectos paralelos entre sí), puede ser reflejada y repetida, en forma alternada o regular (fig. 22e).
f) Combinación. Las subdivisiones estructu­rales en una estructura de repetición pueden ser combinadas para integrar formas mayores o quizá más complejas. Las subdivisiones nuevas y ma­yores deben ser, desde luego, de iguales forma y tamaño, ajustando perfectamente entre sí, sin in­tervalos en el diseño (fig. 22f).
g) Divisiones ulteriores. Las subdivisiones es­tructurales en una estructura de repetición pueden ser nuevamente divididas en formas pequeñas o quizá más complejas. Las subdivisiones nuevas y más pequeñas deben ser también de igual forma y año (fig. 22g).
h) La retícula triangular. La inclinación de la dirección de líneas estructurales y su nueva división en las subdivisiones que así se forman, permiten obtener un enrejado triangular. Tres direcciones equilibradas se distinguen habitualmente en tal en­rejado triangular, aunque una o dos de las direc­ciones pueden parecer más prominentes (fig. 22h).
i) La retícula hexagonal. Combinando unidades espaciales adyacentes de un enrejado triangularse obtiene un enrejado hexagonal. Puede ser alargado, comprimido o distorsionado (fig. 22¡).

Es necesario señalar que las estructuras inac­tivas (e invisibles) deben ser muy simples, ya que la forma de las subdivisiones no se ve. Las estruc­turas activas (tanto visibles como invisibles) pue­den ser más complejas. Como la figura de las sub­divisiones habrá de alterar el diseño, debe cuidarse relacionarlas con los módulos.


Estos contenidos han sido resumidos de "Fundamentos del diseño", de Wucius Wong.