Ittenbach era especialmente religioso y siempre rechazaba los encargos de temas mitológicos o paganos.
Por regla general, dedicó sus energías exclusivamente a la decoración de iglesias y a la producción de temas sagrados. Precedía la ejecución de sus grandes obras con devotos ejercicios religiosos, que incluían la confesión y la comunión.
La mayoría de sus obras son retablos y pinturas que representan principalmente a la Santísima Virgen María, esta peculiaridad le permite contarse entre los "Madonnenmalerei" (pintores de Madonnas).
Sin embargo, en la pintura de retratos, donde se convirtió en uno de los mejores retratistas de la Escuela de Düsseldorf, tendió a seguir el realismo de su maestro Kolbe. Entre sus principales obras nazarenas destacan sus contribuciones a la pintura de la iglesia Apollinaris de Remagen. El Kunstverein für die Rheinlande und Westfalen le encargó pintar a Santa Águeda, patrona de la ciudad de Allendorf, en el distrito de Arnsberg, para el altar lateral derecho de la iglesia parroquial católica romana de San Antonio. Su cuadro La Sagrada Familia en Egipto, motivo que trabajó varias veces a partir de 1855, entró en la colección de la Galería Nacional de Berlín en 1868. El cuadro La Virgen María y el Niño Jesús fue adquirido por la emperatriz francesa Eugenia y colgado en su dormitorio de las Tullerías Ittenbach también creó diseños para vidrieras, como las dos ventanas figurativas del coro que se colocaron en la iglesia de San Kunibert de Gymnich hacia 1882 junto con una ventana diseñada por Deger.
Sus únicos frescos se encuentran en la neogótica Apollinariskirche (Iglesia de San Apolinar) de Remagen y fueron pintados en 1844. En las paredes de esta iglesia, Ittenbach inmortalizó a todos los miembros de su familia utilizando sus rostros para representar santos. San Teodoro, por ejemplo, tiene el rostro de su padre, un pobre viticultor de Königswinter que murió cuando Franz Ittenbach tenía sólo seis años.
El Louvre de París alberga un retrato al óleo de Ernst Deger, colega de Ittenbach, con su joven esposa. Los retratos de Franz Xavier von Soist y su esposa Margarete se conservan en el Museo de Bellas Artes de Boston Una imagen de la Madonna se encuentra en el Instituto de Artes de Minneapolis. Otras obras de Franz Ittenbach se exponen en la Galería Nacional de Berlín, Düsseldorf y Bonn, así como en el Museo Siebengebirge
El cuadro de Ittenbach "María, Reina del Cielo", fue objeto de un curioso asunto, a raíz del cual la administración diocesana de Gloucester de la Iglesia Anglicana lanzó una severa advertencia a sus miembros para que cuidaran y examinaran mejor los bienes culturales que se les habían confiado. La obra llevaba muchos años en la casa de la familia Bolland en Cheltenham. Tras la muerte de la última descendiente, la señora Emily, en 1949, el cuadro fue donado por sus parientes a la iglesia local. Considerado "teológicamente inapropiado" para el lugar sagrado, se colocó en una posición en la que nadie más que el sacerdote oficiante podía verlo. En 2013, para hacer sitio a una caja de conexiones eléctricas, el cuadro fue relegado a la sacristía. Entonces se consideró que había que "tirarlo con el resto de la basura", y solo por casualidad se salvó del ahora previsto vertido de residuos. Parecía más apropiado sacarlo a subasta para obtener al menos una modesta suma. El subastador valoró inicialmente el cuadro en unas 1.000 libras, pero más tarde se estimó que el precio adecuado para la obra era de entre 3.000 y 4.000 libras. Se vendió el 28 de octubre de 2013 por un precio de 20.000 libras, a un anticuario de Londres. En 2015, la obra fue adquirida por el Museo de Arte de Milwaukee, Wisconsin (Estados Unidos de América), donde se expone bajo el título "Madre del mundo".
Otra pintura titulada 'Mater Christi' (óleo sobre lienzo, 1874), se vendió en una subasta en 2017 y ahora forma parte de la colección del Museo de Arte de la Universidad Brigham Young en Provo, Utah (EE.UU.)